domingo, 15 de septiembre de 2013

¿Olvidaste una carrera de chapas?

No le desagrada al librero informar de que, una semana más, las ventas de Antonio Orejudo han triplicado a las de Julia Navarro. Otros best-sellers de la semana han sido Victor Hugo, la Historia de la escritura, de Luois-Jean Calvet y Cartas de cumpleaños, de Ted Hughes.

Cuando Borges hablaba de Tolstói, cree recordar el librero, le daban ataques agudos de pereza. Che, decía, una obra total, este... que pelmazo, ¿no? Abarcar la totalidad de la experiencia humana, cuánta avaricia, ¿viste?, ni un gallego en su almacén. Estos tipos se deben de despertar sobresaltados en plena noche, porque recién se acordaron de que faltaba algo: ¡Maldición, olvidé meter en la novela una partida de truco! ¡Qué desastre, che! ¡Qué fracaso! Y sin detenerse ni para hacer pis se pondrán en pijama a añadir un capítulo con la partida de truco o con una regata, porque olvidaron también una regata. ¿viste?

Al librero le hace gracia, pero en sus ratos de novelista tarambana, a veces se despierta de pronto a medianoche como si hubiera sonado una alarma: ¡se me olvidó una escena en que se pincha un balón de reglamento en el patio del colegio, estoy perdido!


Borges haciendo buena letra



¿Y qué pensaría Borges si leyera las cuartas de cubierta de algunos libros que envían a la Librería Fuenfría?

¿Tolstói, el novelista total?

Ja.

Ja, ja.

Tolstói es un para poco al lado de un tal Santiago Posteguillo, que, según dice la editorial, consiguió meter en una sola novela, Los asesinos del emperador, nada menos que todo esto:

Una guerra civil, las fieras del Coliseo, la guardia pretoriana, traiciones, envenenamientos, delatores y poetas, combates en la arena, ejecuciones sumarísimas, el último discípulo de Cristo, el ascenso y la caída de una dinastía imperial, locura y esperanza, la erupción del Vesubio, un puñado de gladiadores, la amistad inquebrantable, Marco Ulpio Trajano, el mito de las amazonas, una gladiadora, nueve emperadores, treinta y cinco años de la historia de Roma. 

Ahí queda eso.

Vale, es cierto, puede que olvidara meter un repartidor de butano y una oblata del Opus Dei felatómana y tartamuda, pero, en conjunto, Posteguillo sin duda durmió bien, satisfecho, con la paz que da el deber cumplido: más no se podía meter.

¿Para qué seguir leyendo otros autores si, una vez leído Posteguillo, poco podrán añadir?

Eso le decía al librero Borja Segovia, después de leer la contraportada:

-Pues igual me llevo éste... ¿Tú has visto? Te lees esto y estás apañado para una buena temporada, trae cuenta.

¡Buen trabajo, Posteguillo!

¡Espabila, Tolstói, que no las pías!

Compare, y si encuentra algo mejor: ¡lea!

Tolstói: olvidó meter una partida de canicas


Posteguillo: no se dejó nada en el tintero
           

4 comentarios:


  1. Enhorabuena y suerte. Por lo de la librería.
    Soy lector de tu blog desde hace unos cuantos años , ahora recurro a ti como librero.
    Creo recordar , igual me engaño , que leí una entrada en tu blog en la que mencionabas el reciente fallecimiento de un escritor madrileño de novela negra, o cómo tal etiquetada , que alcanzó cierto renombre en la década de los ochenta.
    Aparecía , en el blog o enlazada , una foto de un tipo con barba y aspecto de anacoreta entre feroz y burlón.
    Los títulos de sus libros eran , creía yo , difíciles de olvidar , pero ya ves , socavones neuronales mi juventud dejó.
    El apellido puede ser que fuera compuesto y Cruz apareciera y creo recordar que había una conexión de Instituto entre el autor y tú.
    Incluso busqué sus obras en la red de bibliotecas de la Generalitat y alguna tenían , aunque no llegué a pedirlas en préstamo.
    En fin , a ver si me puedes echar una mano Rafael , ya bien confirmando mis sospechas de delirio o diciéndome el nombre.
    Gracias por adelantado, salut i força.

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    1. Hola Llàtzer:
      Creo que te refieres a Carlos Pérez Merinero.
      Un saludo,
      Luis.

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    2. Sí , Luis , ese es. Gracias figura.

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  2. Hum.

    La dirección postal de Ustedes, ¿calle del roble, nueve?

    ¿Sí?

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